PD: Te quiero
Holly contuvo el aliento y, con los ojos bañados en lágrimas y el corazón palpitante, leyó la carta manuscrita, sabiendo que la persona que se había sentado a redactarla nunca podría volver a hacerlo. Acaricio la palabras con la yema de los dedos, consciente de que la ultima persona que había tocado la hoja de papel era él.
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